martes, 21 de mayo de 2013


ESTABLECIMIENTO Y DESARROLLO DE UNA PLANTA ―MOVIL y FIJA― PRODUCTORA DE LOMBRICOMPOSTA, COMO MEDIO DIDACTICO EN CIENCIAS El abono orgánico (en adelante compost) se obtiene mediante la descomposición de materia orgánica, en donde el grado máximo de su descomposición forma la materia orgánica llamada humus. El humus se define por su color negruzco, indicativo de una alta concentración de carbono, y  su alto contenido de microorganismos benéficos: hongos y bacterias.



El compost es considerado como una eficaz opción en el manejo de los residuos sólidos urbanos (en adelante RSU), su práctica reduce considerablemente el volumen de basura urbana.
El uso de lombrices en la degradación del compost (en adelante lombricomposta), actúa al alimentarse: excavando y depositando sus desechos en el  terreno convirtiéndolo en un suelo enormemente fértil. Incluso, estudios comparativos demuestran que este suelo degradado por lombrices, contiene cinco veces más nitrógeno, siete veces más fósforo, cinco veces más potasio y dos veces más calcio que el material orgánico que ingirieron inicialmente. Por estas razones la "lombricomposta" ofrece una excelente alternativa para la conservación del terreno. Además, esta práctica ayuda a reducir la utilización de abonos y fertilizantes químicos que contaminan principalmente nuestros cuerpos de agua.
En los últimos años, diversos estudios han documentado que el uso de lombriz roja californiana —en nuestro caso la especie Eisenia foetida— en el proceso de compost, disminuye considerablemente el tiempo de degradación de los desechos orgánicos. Los primeros reportes en el uso de lombriz datan de 1970, desarrollados en Estados unidos. Para México, esta práctica se lleva a cabo principalmente en universidades agrarias, como la Universidad de Chapingo y la universidad del Estado de México. Estudios recientes, publicados por la Universidad Iberoamericana, han demostrado ser una práctica de interés no solamente para zonas rurales, sino también para zonas urbanas.


Actualmente, diversos encuentros ambientales, con estudiantes de nivel básico, demuestran el interés en la composta, por un lado con la finalidad de consolidar el desarrollo de proyectos ambientales a través del desarrollo del constructivismo científico, y por otro con la intensión de disminuir el volumen de RSU.
Sin embargo, a pesar del interés en esta temática, desde la investigación científica hasta centros docentes, son pocos los estudios que describan la experiencia didáctica, algunos de ellos se basan en la experiencia temática para ciencias y sobre todo a niveles superiores de enseñanza (Melear y Lunsford, 2007; Kelley, 2010) y algunos solo consideran los aspectos básicos para su establecimiento (Farrell, 1997; Trautmann, 1998)

Consideramos que la lombricomposta es una opción, no solo de interés  ambiental, sino con una fuerte base temática que puede proporcionarnos  diferentes líneas de investigación didácticas, en diferentes grados académicos y a lo largo del ciclo escolar. Lo más interesante de todo, es que estas bases temáticas pueden dirigirse bien al campo científico, pero también al social.
Por las razones antes expuestas, consideramos que la escuela puede ser un punto importante de partida ante este tipo de proyectos, desde, la perspectiva formativa, es decir, de  ver esta problemática como una oportunidad de cambiar  nuestro entorno hacia el buen manejo de RSU, que pueda impactar de manera positiva en nuestro ambiente inmediato.

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